La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido alertas sobre la nueva variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2, que se ha esparcido rápidamente y ha sido clasificada como "variante bajo vigilancia". Esta cepa, que se originó de la variante ómicron, ha mostrado un aumento significativo en su prevalencia global, representando ya más del 10% de los casos secuenciados en el mundo. Detectada por primera vez en enero de 2025 en países como Egipto, Tailandia y las Maldivas, ha llegado a ser la variante predominante en regiones como China y Hong Kong.
Los síntomas de la variante NB.1.8.1 son similares a los de otras variantes de ómicron, pero se destacan por la aparición más frecuente de alteraciones digestivas. Esto puede dificultar su identificación y confundirla con otros problemas gastrointestinales. En este artículo, exploraremos los síntomas, las diferencias con variantes anteriores y las recomendaciones de la OMS para protegerte.
Conclusiones clave:
- La variante NB.1.8.1 presenta síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta y alteraciones digestivas.
 - Los síntomas digestivos, como diarrea y náuseas, son más comunes en esta variante y pueden confundirse con otras enfermedades.
 - La tos nueva o persistente es un síntoma clave para identificar esta variante.
 - Los síntomas suelen durar entre tres y cinco días y, aunque es más transmisible, no se ha demostrado que cause una enfermedad más grave.
 - La OMS recomienda mantener la vigilancia y reforzar las campañas de vacunación y medidas preventivas.
 
Síntomas comunes de la nueva variante COVID para identificar a tiempo
La variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2 ha traído consigo una serie de síntomas comunes que son cruciales para identificarla a tiempo. Estos síntomas son similares a los de otras variantes de ómicron, pero presentan características que pueden ayudar a distinguirla. Entre los más frecuentes se encuentran la fiebre, la tos, y otros síntomas respiratorios, así como alteraciones digestivas que son distintivas de esta nueva cepa.
Es fundamental estar alerta ante la aparición de estos síntomas, ya que pueden ser indicativos de la infección por la variante NB.1.8.1. La identificación temprana puede facilitar un mejor manejo de la enfermedad y ayudar a prevenir su propagación. A continuación, se detallan los síntomas respiratorios y digestivos más comunes asociados con esta variante.
Fiebre, tos y otros síntomas respiratorios a considerar
Entre los síntomas respiratorios más destacados de la variante NB.1.8.1 se encuentran la fiebre y la tos. La fiebre puede manifestarse como un aumento de la temperatura corporal, y es un signo común de muchas infecciones virales. La tos, que puede ser seca o productiva, se define como nueva o persistente si se presenta en episodios recurrentes. Estos síntomas son significativos, ya que la tos persistente puede ser un síntoma clave de alerta para identificar esta variante en particular.
- Fiebre: Aumento de la temperatura corporal, a menudo acompañada de escalofríos.
 - Tos: Puede ser seca o con producción de esputo, y es importante monitorizar su frecuencia.
 - Dolor de garganta: Comúnmente reportado junto con otros síntomas respiratorios.
 
| Síntoma | Descripción | 
| Fiebre | Aumento de temperatura corporal, generalmente por encima de 38°C. | 
| Tos | Puede ser nueva o persistente, con frecuencia de tres episodios en 24 horas. | 
Alteraciones digestivas: un signo distintivo de la variante
La variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2 presenta alteraciones digestivas que son un signo distintivo de su infección. Síntomas como la diarrea y las náuseas son comunes y pueden llevar a confusión con otras enfermedades gastrointestinales. Esto es especialmente preocupante, ya que muchas personas pueden no asociar estos síntomas con una infección por COVID-19, lo que podría retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuados. La identificación temprana de estos síntomas digestivos es crucial para la contención de la propagación del virus.
Diferencias entre la nueva variante NB.1.8.1 y variantes anteriores
La variante NB.1.8.1 muestra diferencias significativas en la presentación de síntomas en comparación con variantes anteriores como Delta y Omicron. Mientras que las variantes anteriores se caracterizaban principalmente por síntomas respiratorios, esta nueva variante destaca por la frecuencia de síntomas digestivos. Esto puede dificultar el diagnóstico, ya que los síntomas digestivos pueden ser más sutiles y fácilmente confundidos con trastornos gastrointestinales comunes.
En términos de gravedad y duración, los síntomas de la variante NB.1.8.1 tienden a ser menos severos que los de la variante Delta, pero pueden persistir durante un período similar. Generalmente, los síntomas duran entre tres y cinco días, lo que es comparable a la duración observada en otras variantes. Sin embargo, la mayor transmisibilidad de esta variante plantea un desafío adicional para el control de la pandemia.
| Variante | Síntomas Comunes | Severidad | Duración | 
| NB.1.8.1 | Diarrhea, náuseas, fiebre, tos | Menos severa | 3-5 días | 
| Delta | Fiebre alta, tos persistente, pérdida del gusto | Más severa | 5-7 días | 
| Ómicron | Tos, congestión nasal, fatiga | Moderada | 3-5 días | 
Cambios en la presentación de síntomas respecto a ómicron
La variante NB.1.8.1 muestra diferencias notables en la presentación de síntomas en comparación con la variante ómicron. Mientras que ómicron se caracterizaba principalmente por síntomas respiratorios como tos y congestión nasal, la nueva variante también incluye alteraciones digestivas más prominentes, como diarrea y náuseas. Esta combinación de síntomas puede dificultar el diagnóstico temprano, ya que los síntomas digestivos pueden ser fácilmente confundidos con afecciones gastrointestinales comunes. Además, la aparición de síntomas digestivos puede ser más frecuente en esta nueva variante, lo que la distingue de su predecesora. Por lo tanto, es crucial prestar atención a estos cambios para una identificación adecuada.
Comparación de la gravedad y duración de los síntomas
En términos de gravedad, la variante NB.1.8.1 tiende a presentar síntomas menos severos en comparación con algunas variantes anteriores, como Delta. Sin embargo, la duración de los síntomas suele ser similar, oscilando entre tres y cinco días. Estudios recientes han indicado que, aunque la nueva variante es más transmisible, no ha demostrado causar una enfermedad más grave que las variantes anteriores. Esto sugiere que, a pesar de su capacidad para propagarse rápidamente, los síntomas pueden ser manejables y no necesariamente indican un aumento en la severidad de la enfermedad. Mantener un monitoreo constante de los síntomas es esencial para comprender mejor el impacto de esta variante.
| Variante | Gravedad | Duración de síntomas | 
| NB.1.8.1 | Menos severa | 3-5 días | 
| Ómicron | Moderada | 3-5 días | 
| Delta | Más severa | 5-7 días | 

Qué hacer si presentas síntomas relacionados con la variante
Si comienzas a experimentar síntomas relacionados con la nueva variante NB.1.8.1, es fundamental seguir ciertos pasos para el autocontrol y la atención médica. Primero, es importante que lleves un registro de tus síntomas, anotando su aparición, duración y cualquier cambio en su intensidad. Esto te ayudará a tener una visión clara de tu estado de salud y será útil si decides consultar a un profesional médico. Además, asegúrate de mantenerte hidratado y descansar lo suficiente, ya que esto puede ayudar a tu cuerpo a recuperarse.
Cuando los síntomas se agravan o no mejoran después de unos días, es crucial buscar atención médica. Si experimentas síntomas como dificultad para respirar, confusión o un dolor persistente en el pecho, no dudes en acudir a un centro de salud. Recuerda que la OMS recomienda que las personas que presenten síntomas de COVID-19 se realicen pruebas para confirmar la infección y seguir las pautas de aislamiento necesarias para proteger a los demás.
Pasos a seguir para el autocontrol y la atención médica
Para un monitoreo efectivo de tus síntomas, comienza por medir tu temperatura regularmente y anotar cualquier otro síntoma que aparezca. Si notas fiebre, tos persistente o alteraciones digestivas, asegúrate de consultar a un profesional de salud. Es recomendable que te comuniques con un médico o un centro de salud si los síntomas se tornan severos o si tienes condiciones preexistentes que puedan complicar tu situación. También, mantén a tus seres queridos informados sobre tu estado de salud, ya que ellos pueden ayudarte a tomar decisiones sobre cuándo buscar atención médica.
- Registra tus síntomas diariamente para monitorear su evolución.
 - Realiza pruebas de COVID-19 si presentas síntomas persistentes.
 - Consulta a un médico si experimentas dificultad para respirar o dolor en el pecho.
 
Importancia de la vacunación y medidas preventivas adicionales
La vacunación es una herramienta fundamental para combatir la propagación de la nueva variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2. Las vacunas han demostrado ser efectivas en la reducción de la severidad de la enfermedad y en prevenir hospitalizaciones. Además de vacunarse, es crucial adoptar medidas preventivas adicionales, como el uso de mascarillas en espacios cerrados y el mantenimiento de la distancia social. Estas estrategias ayudan a minimizar el riesgo de contagio, especialmente en áreas donde la variante ha mostrado una mayor prevalencia. La combinación de vacunación y medidas de prevención es clave para proteger la salud pública y limitar la propagación del virus.
- Consulta a tu médico sobre la disponibilidad de la vacuna y cuándo debes recibirla.
 - Infórmate sobre las campañas de vacunación en tu comunidad para asegurarte de estar al día.
 - Utiliza fuentes confiables, como la OMS, para obtener la información más reciente sobre la variante y las recomendaciones de salud.
 
Cómo fortalecer tu sistema inmunológico ante nuevas variantes
Además de la vacunación y las medidas preventivas, es esencial considerar formas de fortalecer tu sistema inmunológico para enfrentar la amenaza de nuevas variantes como la NB.1.8.1. Incorporar una dieta rica en nutrientes, que incluya frutas y verduras frescas, puede proporcionar antioxidantes y vitaminas que son cruciales para una respuesta inmune efectiva. Alimentos como los cítricos, el ajo y el jengibre son conocidos por sus propiedades inmunoestimulantes y pueden ser aliados en la lucha contra infecciones.
Asimismo, mantener un estilo de vida activo, que incluya ejercicio regular y técnicas de manejo del estrés como la meditación o el yoga, puede contribuir a un sistema inmunológico más robusto. Asegúrate de dormir lo suficiente, ya que el descanso adecuado es fundamental para la recuperación y el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico. Estas prácticas no solo ayudan a protegerte contra la COVID-19, sino que también promueven una salud general mejorada a largo plazo.






